El día arranca en San Vitero, dentro de la comarca de Aliste. Hace 20 años que se celebra una exposición y subasta pública de burros de la raza zamorano-leonesa.
De hecho, esta es la primera vez que David ve tan de cerca a los asnos de grandes orejas y caracter dócil. Unos animales que han pasado desapercibidos en muchos lugares, pero que en Zamora se encuentran protegidos actualmente tras un periodo en el que costaba garantizar su supervivencia.
Nuestro curioso urbanita quiere conocer el por qué de esta recuperación de los últimos años y para ello, se dirige a la población de Villalcampo donde visita un centro de interpretación sobre este reconocido animal.
Por lo que nos cuenta, David, ha reservado una plaza para no perderse una actividad que realizan en el mismo municipio llamado «Un paseo entre viñas y asnos». Seguro que le espera una jornada de campo de buen ambiente y tradición a finales del mes de abril.
Aunque los burros parece que, históricamente han servido únicamente para la labranza, nuestro viajero descubre que hasta pueden ayudar a niños con discapacidades físicas y/o psíquicas a través de la realización de una terapia llamada «Asinoterapia». En el centro de reproducción del asno zamorano, situado en Santa Croya de Tera escucha los múltiples planes de futuro para esta especie.
«Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña… pero fuerte y seco como de piedra.»
Juan Ramón Jiménez (Platero y yo).