Parece que nuestro viajero madrileño tiene ganas de ambiente festivo y así lo ha demostrado visitando Benavente durante las fiestas de la Virgen de la Vega. Momento en el que muchas personas hacen la petición "formal" del Toro Enmaromado al alcalde la localidad. Otra festividad de la comarca que transcurre 50 días exactos desde esta solicitud popular.
Un ambiente cargado de peñas y que ocupa toda la plaza mayor, concurre con el reparto del pan de la Veguilla y la procesión religiosa que se celebra en estas fiestas tan esperadas por muchos.
David aprovecha su estancia para conocer mejor la historia de la Villa que cuenta con un pasado Templario en su patrimonio arquitectónico. Las calles comerciales le permiten llegar a descubrir lugares con encanto como el Teatro Reina Sofía, el edificio modernista de la biblioteca o la zona de tapeo y restauración. Por el paseo de Mota, este urbanita, encuentra un punto de reunión social que le dirige hasta un monumento emblemático, la Torre del Caracol, junto al Parador de Turismo.
Benavente cuenta con un centro de transportes logísticos que se reconoce como punto estratégico para el transporte en el noroeste de España. Un lugar de paso para muchos profesional que pasan unas horas en la zona sin salir de este espacio industrializado.
La nota gastronómica de la visita se la llevan, como no, los productos regionales. El pimiento de Benavente, que cuenta con sus propia feria en fechas de septiembre, y el vino de los Valles de Benavente que David disfruta sentando en la mesa de un restaurante con Estrella Michelín, El Ermitaño. Dirigido por el conocido chef Pedro Mario. ¡Buen provecho, David! 😉
Esta Ciudad es un lugar de paso para muchos que van y vienen por la esquina superior izquierda de la geografía española, con un gran potencial y una celebres fiestas que dejan intensos recuerdos en la retina de nuestro viajero.