Puebla de Sanabria es un enclave territorial muy especial en la provincia de Zamora. No solamente por el patrimonio arquitectónico que conforma su castillo amurallado junto a la calles empedradas que recuerdan un perfecto escenario medieval. Esta localidad representa a la comarca sanabresa y todo lo que albergan sus espacios naturales.
Cada piedra del firme de sus calles cuenta con una historia que, miles de visitantes, descubren cada año fotografiando cada ápice de las casas por el esfuerzo reconocible que hacen sus vecinos conservando un espacio urbano atrapado en tiempos pasados.
Las temporadas de castañas, setas, nueces o de caza son otros de los momentos donde concurren foráneos que aprovechan las jornadas gastronómicas para conocer un entorno sin igual.
David se hace eco de los testimonios de diferentes vecinos del municipio que le invitan a disfrutar de la Villa y conocer más sobre la gran fortificación que la protege.
Aprovechando la situación, nuestro viajero madrileño, decide volver a realizar su segunda ruta de senderismo por la zona, tal como realizó anteriormente hasta la presa de Vega de Tera. En esta ocasión su destino es la Cascada de Sotillo, cercana a la población de Sotillo de Sanabria. Uno de los recorridos más agradables del parque natural del Lago de Sanabria. De, únicamente, siete kilómetros en un itinerario circular y adecuado para toda la familia.
Un paseo que discurre por el bosque, donde nuestro urbanita favorito descubre acebos, robles, castaños, avellanos, entre otros árboles que florecen en la primavera. Momento también para la gastronomía del excursionista, un bocadillo con productos de tierra sanabresa ;-) Incluyendo una parada en la diminuta, pero con el indudable encanto de la zona, localidad de Cobreros.
De vuelta a Puebla de Sanabria, David y Óscar reflexionan sobre las virtudes de la provincia zamorana para el turismo. Tales como el concentrado patrimonio arquitectónico románico, el Parque Natural que hoy ha continuado conociendo nuestro viajero favorito, la Reserva Regional de Villafáfila o el parque natural de los Arribes del Duero.